La energía solar no solo es una alternativa limpia, sino una herramienta estratégica para generar ingresos desde espacios infrautilizados.
Sus avances tecnológicos y su creciente eficiencia la han convertido en una opción sólida para propietarios.
Los sistemas fotovoltaicos generan energía aunque el cielo esté cubierto, gracias a que captan radiación difusa, manteniendo un rendimiento estable todo el año.
Una instalación solar bien mantenida puede superar los 25 años de vida útil, garantizando producción y beneficios durante décadas.
Cada kilovatio producido por energía solar evita la emisión de gases contaminantes, contribuyendo de forma directa a la reducción del impacto ambiental.